La salud vascular y los riesgos y síntomas de sufrir un Accidente Cerebro Vascular (ACV) van de la mano. Los ACV son la cuarta causa de muerte en el mundo y aunque el riesgo de sufrirlo aumenta con los años, este puede ocurrir a cualquier edad.
¿Estás en riesgo de sufrir un ACV? Te lo decimos a continuación:
El ACV se produce cuando la sangre no puede llegar al cerebro y por lo tanto este deja de recibir el oxígeno necesario para funcionar correctamente. En este caso, una parte del cerebro sufre daños que pueden ser temporales o permanentes.
¿Pero por qué el cerebro deja de recibir el oxígeno necesario? Una de las causas más importantes es la Enfermedad Arterial Carotídea (EAC)
Lea también: La arteriosclerosis: la placa de colesterol que obstruye las arterias
Las arterias carótidas son dos vasos sanguíneos importantes que transportan la sangre desde el corazón hasta el cerebro, van a lo largo del cuello, una derecha y otra izquierda. Una carótida sana tiene una superficie interior lisa, libre de obstrucciones, permitiendo a la sangre circular libremente hacia el cerebro, aportando el oxígeno y los nutrientes que requiere.
La EAC resulta de la estrechez u obstrucción producida por las placas arterioescleróticas en el interior de estas arterias. Representa un riesgo de ACV producto de la ruptura de la placa arterioseclerótica y la migración, arrastre o embolización de esos pequeños fragmentos de placa y coágulos.
Lea también: Enfermedad Arterial Periférica: un enemigo silente
Estos fragmentos son llevados por la corriente circulatoria hacia arterias cada vez más pequeñas hasta quedar ¨atascados ¨ en su interior, obstruyendo totalmente el flujo sanguíneo de una parte del cerebro, que al verse privado de oxígeno y nutrientes se infarta o ¨muere¨, con la consiguiente pérdida de la función de la cual era responsable.
¿Cómo reconocerlo? Sintomas ACV
En muchos casos la Enfermedad Arterial Carotídea, no produce ningún tipo de síntomas; y, un ACV pudiese ser su primera manifestación. Sin embargo, algunos pacientes también pueden sufrir de algunas señales de alarma, los llamados Ataques Isquémicos Transitorios (AIT), con una duración de minutos a horas, los cuales deben ser tratados como una emergencia médica para evitar un daño cerebral mayor e incluso la muerte.
Estos son algunos de los síntomas de que estás sufriendo un ACV o un AIT:
- Debilidad o adormecimiento de un lado del cuerpo o del rostro
- Imposibilidad de mover la mitad derecha o izquierda del cuerpo
- Pérdida de la visión de uno o ambos ojos
- Imposibilidad de hablar claramente
- Dificultad al hablar o comprender lo que otros dicen
- Problemas para caminar, mareos, pérdida de equilibrio coordinación.
- Dolor de cabeza severo y repentino sin causa conocida.
Factores de Riesgo
En la medida en que envejecemos, las paredes de las carótidas, al igual que la de todas las arterias del cuerpo, se van endureciendo y se forman placas o acúmulos de grasa y calcio, proceso conocido como arteriosclerosis, el cual puede verse acelerado por el consumo de cigarrillos y otros factores como la hipertensión arterial, el colesterol alto y la diabetes. Estudios clínicos consideran a la hipertensión arterial como el responsable de al menos el 90% de los casos de EAC.
Prevención, diagnóstico y tratamiento
El diagnóstico a tiempo es crucial para prevenir daños mayores y poder conseguir una curación más rápida.
El control de los factores de riesgo de arteriosclerosis es vital para mantener en buen estado la salud arterial y evitar la obstrucción de las arterias, tanto las que llevan sangre al corazón, a las extremidades o al cerebro.
El diagnóstico de la EAC puede ser confirmado mediante la realización de un estudio de fácil y rápida ejecución, no invasivo, llamado Ecosonograma Doppler del cuello, que establecerá la severidad de la estrechez o estenosis de la arteria carótida. El tratamiento a realizar posteriormente variará según la severidad de la obstrucción.
La cirugía para la remoción de la placa que causa el estrechamiento en la arteria también es una excelente opción tanto para pacientes con niveles avanzados de EAC o con cierto riesgo de sufrir un ACV. Este procedimiento conocido como Endarterectomía Carotídea permite al Cirujano Vascular retirar la placa acumulada causante de la obstrucción y mejorar el flujo sanguíneo hacia el cerebro.
Nuestra recomendación siempre será que consultes a un cirujano vascular para que pueda realizar el diagnóstico correcto y sugerirte los cambios de hábitos ideales para mantenerte sano y evitar padecer cualquier complicación, así como establecer la necesidad de realizar una endarterectomía carotídea. Si deseas realizarnos alguna consulta o comunicarte con nosotros puedes llamarnos al +58 (212) 9496373 o escribirnos un mensaje por medio del formulario de contacto de nuestra web.